Nos sorprendió la pandemia. A todos y cada uno. No conozco a nadie que estuviera completamente preparado para enfrentar lo que la pandemia vino a cambiar. De uno u otro modo tuvimos que reestructurar facetas de nuestra vida y adaptarnos de golpe a un cambio que no se veía venir.
Son muchos años ya los que la transformación digital lleva. No fue novedad para nadie que fuera el primer recurso a usarse en el momento en que los negocios cerraron sus puertas y la gente dejó de circular por las calles. Aquellos que llevaban más tiempo vendiendo por plataformas digitales siguieron el camino y pudieron respirar por unos días, los que nunca habían incursionado en estos temas optaron por dos caminos: Dejar de lado el mundo digital esperando que un milagro sucediera y se acabara rápido la cuarentena. Abalanzarse a tratar de aprender o encontrar a alguien que supiera y les ayudara. Para los unos y para los otros hoy el remedio es el mismo: Seguir apretando, rezarle un poquito más a San Facebook y encontrar un espacio en el ya sobre saturado mundo digital.
He recibido muchas llamadas en estos meses pidiendo asesorías. Amigos, familiares, conocidos y recomendados me escriben con inquietudes de todo tipo, con un tono sutil pero desesperado buscando soluciones a lo que nos cayó de golpe.
Me gustaría ayudar a todos, atender a todos, pero yo también tuve que volcarme a resolver agenda. Adaptándome a las invitaciones de conferencias y talleres digitales como favores interminables tratando de aportar un poco al presente holocausto (no quiero comparar y gracias a Dios no viví un holocausto, pero para mí que así comenzó sintiéndose), definiendo y entendiendo la dinámica de escuela en casa para mis dos hijos, intentando mantener a flote mi agencia y a mis clientes que penaban de incertidumbre, entre muchas otras cosas más que me robaron la concentración y la disponibilidad de tiempo (y de ganas).
Coordinar una campaña efectiva en redes sociales ya no es tan fácil, se ha convertido en una guerra de contenidos, pautas y promociones. En un territorio que llegó a su máxima ocupación prevista para 3-4 años en 3-4 meses. Se ha vuelto un campo de batalla entre marcas, empresas, productos y servicios, todos queriendo vender, todos queriendo un pedacito de atención y todos buscando en Facebook el recurso que los salve de la trágica pandemia.
Ante esto y la saturación misma de las agencias que operan campañas de publicidad en redes o la aparente ineficiencia de estas, lo que queda es ENTENDER.
No te digo que te vuelvas un experto que el mundo de anuncios en Facebook, si quieres sí. Más bien te invito a que conozcas de la materia como cualquier empresario o emprendedor debe conocer de contabilidad, de recursos humanos, de negocios.
La presencia digital, específicamente en redes sociales, se volvió ya un área de primera línea en el mundo de los negocios y como tal, es tu responsabilidad saber más sobre este tema. Debes saber ¿qué pedir?, ¿cómo medir?, ¿qué esperar? y sobre todo ¿cuánto invertir?.
Podríamos pasarnos un buen rato aquí desmenuzando el mundo de la publicidad digital, por ahora, es suficiente con haber entendido que es ya una necesidad y que requiere atención de tu parte como empresario o emprendedor. Espero en otra colaboración, poder comentar los puntos principales a tomar en cuenta. Mientras tanto, te espero en mis redes sociales: @StephieCardenas en twitter, Estefania_Cardenash en Instagram y en mi blog: EstefaniaCardenas.com.
¡Hasta la próxima!
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