“ En honor a quienes amamos y partieron antes , y que en algún momento… Los alcanzaremos”
¿A cuántas personas, situaciones , cosas no les has dicho adiós?, cuantos despedidas anhelantes, inconclusas, cierres evitados llevas atrapados en el corazón , – la historia de mis hasta nunca- , en la alegoría de “yo perdono pero nunca olvido”. Se quedan atrapados duelos bloqueados.
Todo aquello que muere en nuestra vida y para nuestra vida, aun cuando está ausente en cierto sentido puede permanecer presente por el efecto que provocan en ti, por el vínculo que tuvimos, por la durabilidad de esa relación antes de perderla. Así toda pérdida debe tener un buen lugar en nuestros recuerdos y de esta forma lograr que nuestra vida siga.
Por temor a soltar atesoramos, guardamos en el simbólico de mi vivir todos y todas y cada una de las personas situaciones de las que no me he despedido , reconociendo y asumiendo lo que me toca de la experiencia… por que no es lo mismo, decir adiós que despedirnos.
Sin una despedida, lo inconcluso, lo que no se cierra va todo el tiempo contigo como testigo mudo e implacable de que solo al conectar desde el corazón, con el dolor y la absurda incertidumbre de ¿Qué va a pasar conmigo?. Entonces podré empezar a vivir en unión y sintonía con todo aquello confiando que de todo eso surgirá la fuerza para la vida y la sanación.
Sin embargo, no soltar , aferrarnos a vínculos , estilos , maneras , solo por el miedo de no poder con ello ; nos hace carentes –anhelantes y no disponibles de nosotros mismos , ausentes de ti y de tus verdaderas necesidades , persecutor del control que quiere que las cosas sean como cree que deben ser ; antes que aprender a mirarlas como son, perdiendo energía, o con poco interés por tus proyectos, o trabajando compulsivamente para evadir con dificultad para poder expresar lo que sientes y poder llegar a liberarte a través de mirar los aprendizajes de la despedida, asumiendo que fue lo mejor que resulto de ti, que surgió de ti, con que conectaste de ti…y que libre al fin ponerte disponible para continuar hacia nuevas posibilidades … ese pude ser tu maravilloso desafío..
La vida es, desde un principio un proceso de muerte y las despedidas son un ensayo para soltar, liberar, agradecer.
Quítale pobreza a tu alma, enriquécete con nuevos ciclos.
Despídete.
Agradece lo que sí hubo, porque lo que hubiera, es el tiempo “tarugo” que nunca será.
Pd: «Y si no sabes cómo… es de valientes buscar ayuda.»
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