Este sustantivo, tan poco conocido y aplicado en nuestros días, es un elemento que deberíamos sacar a la luz, aplicarlo y hacerlo exponencial de manera que pueda ser nuestra pauta para transformar el mundo.
La palabra disrupción, es un término que viene del inglés: disruption. Es utilizada para referirse a una ruptura brusca, una transformación radical, provocar que algo utilizado convencionalmente se vuelva obsoleto dado que ya no es adecuado para las nuevas circunstancias.
Hoy, nos enfrentamos a un cambio constante, un cambio en donde la innovación se está quedando atrás y está dando paso al auge de la disrupción. Los descubrimientos, inventos y nuevas formas de pensar, están cambiando el curso de nuestra vida. Quedarse quietos se ha vuelto impensable, porque implica quedarnos atrás y fuera de lo que pasa en el mundo. Sin embargo, este cambio no puede permanecer siempre sobre lo mismo, sino que se necesita romper y desaprender para explorar lo jamás pensado.
En el campo tecnológico es en donde podemos apreciar mucho mejor este cambio tan significativo. Las nuevas tecnologías ayudan a integrar cadenas de valor en donde cada elemento importa y aporta a las demás. Estas nuevas tecnologías que hoy conocemos como 4.0 ó emergentes, son la base para generar disrupción.
Los últimos años, hemos sido parte de una disrupción total y tal vez no lo sabíamos. Y es que, con el uso diario del internet y de los teléfonos inteligentes, muchas empresas han dejado de innovar para romper con los paradigmas y generar disrupción, incorporando el uso de las tecnologías en la vida cotidiana.
¿Qué tienen en común empresas como Uber, Netflix, Spotify y Airbnb?. Todas ellas ofrecen sus servicios a través de una plataforma y lo único que necesitan para sobrevivir son usuarios que cuenten con un dispositivo móvil o electrónico con acceso a internet, o por ejemplo en el caso de Netflix y Spotify, incluso sin la necesidad de tener acceso a este.
Estas empresas se enfocaron en utilizar la digitalización, herramienta perteneciente a la Cuarta Revolución Industrial y si bien, en un principio no tuvieron el éxito que hoy en día tienen debido a que no sabíamos a qué estábamos enfrentándonos, hoy son aplicaciones que utilizamos 24/7, son herramientas que nos han facilitado la vida.
Tal vez tú puedas ser el próximo disruptor que solucione una necesidad cotidiana que no conocíamos. Tal vez la disrupción llegue al grado que las aplicaciones disruptivas de ahora se vuelvan obsoletas porque la evolución no se detiene.
¿Cuál crees que será la gran próxima disrupción en nuestra era?.
María del Sol Rumayor Siller
CEO Disruptive Gov Labs
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