Fue a finales del 2017 cuando la empresa creada por Mark Zuckerberg ofreció a los usuarios de las redes sociales la posibilidad de agregar el botón de “compra” en sus muros, formalizando así lo que hoy conocemos como “Social selling”.
De esta forma comenzó una nueva era en la comercialización, la cual obligó a todos los actores marcas, agencias y personajes a vivir en una adaptación continua para asumir el reto de inmediatez en las ventas a distancias.
De acuerdo a Atento México, con el uso de plataformas como Facebook e Instagram las empresas incrementan su tasa de conversión hasta en 50%.
¿Quién no ha visto o vivido la experiencia de comprar o pedir recomendación de productos en los tan famosos grupos de Facebook?, Lady Multitask un ejemplo de ello, creado por y para mujeres.
El éxito para vender en dichas plataformas, rápidamente alcanzó a los personajes públicos, como los youtubers, artistas y deportistas, los cuales se convirtieron en su propio canal de difusión de contenido. Ahora ya no solo son imagen de venta en revistas y la televisión.
Estamos hablando de una manera directa de llegar a la gente que está en busca de información, que no se deja atrapar por los comentarios de una marca, sino que compara, califica y adquiere todo desde su computadora o móvil.
Datos del IAB México y Kantar Millward Brown, señalan que en México el 78% de los internautas compara precios en internet y revisa los comentarios que otros usuarios dejan en redes sociales antes de adquirir un producto o servicio para después adquirirlo.
En plena pandemia en este mundo de distancia social, cubrebocas y aislamiento, las ventas por redes sociales mostraron un incremento, grandes marcas de ropa, muebles, diseño industrial, alimentos, electrónica, farmacéuticas, aparatos eléctricos, alimento para mascotas, artículos de bebé… se adaptaron a este momento. La gama es muy amplia, se vende de todo, porque, sin duda montar una tienda online de forma rápida es posible, pero lo inteligente es utilizar todos los canales de venta posibles.
Con el “boom” de las redes sociales como instrumento de ventas, las marcas buscaron formas más efectivas y auténticas de conectar con sus audiencias; ahí nacieron los influencers o bloggers, personas reales que no tiene que seguir un libreto, por el contrario, su poder es tal que su experiencia con determinado producto o experiencia marca un antes y un después en la percepción del comprador. Son personas reales, sin estereotipos.
El poder de persuasión de estos personajes, es de tal impacto que los internautas más jóvenes confían más en los influencers que en anuncios o personalidades de la televisión para temas como los sitios que visitan, las marcas que realmente compran e, incluso, los lugares a los que viajan, lo que las ha llevado a asociarse con ellos. “Marketing influencer”.
También estamos ante un nuevo reto, ¿regular el uso de las redes sociales para fines lucrativos?; especialistas de la Asociación Latinoamericana de Internet aseguran que tendría impactos negativos sobre el desarrollo digital de México como vehículo para la recuperación económica.
Lo anterior, dadas las barreras para usar libremente las redes sociales como medio de difusión de productos, servicios y diversas causas sociales, de los que las MiPyMEs y organizaciones de la sociedad civil dependen para llegar a sus audiencias, sobre todo en tiempos de pandemia.
Los expertos son escépticos y ven pocas posibilidades de éxito.
Juan Pablo Guzmán Cobián
@guzmanjp
Secretario de Economía del Gobierno del Estado de Oaxaca
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