Emprendurismo Jurídico

Tenemos que partir en el presente artículo a tratar de parafrasear el concepto de “emprendurismo”, y resulta evidente que es un sinónimo de emprendimiento, es decir, la capacidad de generar ideas proponer nuevos modelos, asumir nuevos retos y mejorar muchas cosas establecidas en el status quo, en síntesis, generar un nuevo modelo de negocio a partir de cierta visión establecida en una estrategia comercial. Por ello me propongo narrar la posibilidad como ya se hace en otras partes del mundo de lograr enmarcar el ejercicio de la abogacía enfocada a construir una nueva realidad basada en esquemas de innovación social, tecnológica, calidad del servicio y satisfacción total sin alejarse invariablemente de los principios éticos-filosóficos que deben normar el buen ejercicio de la abogacía.

Con ello quiero plantear a los abogados, a los estudiantes del derecho y a los académicos universitarios la urgente necesidad de construir un puente que permita embarcarnos en la era de la revolución tecnológica y volvernos unos profesionales de las mejores prácticas basada en competencias y resultados, es notorio que las ramas del derecho se han pluralizado y es momento de ir a descubrir los nuevos horizontes legales, las ramas tradicionales deben abrir paso a escudriñar lo novedoso de las transformaciones sociales y especializarse en conocimientos que permitan adaptarse no solo a la realidad actual, sino pensar en el futuro que nos espera y cada día nos sorprende y modifica el orden establecido.

Por lo anterior, así como se necesita un CEO o un CHAIRMAN en el mundo de la alta gerencia empresarial, así de esta manera los titulares de firmas legales, despachos u oficinas de asesoría requieren transitar a convertirse en ejecutivos de alto rendimiento que influyan en la sociedad con su ejemplo de probidad y buen ejercicio profesional, los abogados deben actuar en nuevos paradigmas con características de compromiso y responsabilidad social, pensando en cómo hacer mejor cada día su trabajo, con profesionalismo y ética.

Pero es de suma importancia empezar desde las aulas, cuando estás estudiando tu carrera de abogado utilizar los gadgets empresariales y visualizar tu propia empresa jurídica y eso es precisamente el “emprendurismo jurídico”, es decir, dejar volar tu imaginación y aprovechar las estrategias y tácticas empresariales, construyendo un esquema que al salir de la facultad, seas un verdadero incubador de negocios y estés listo para salir al mercado laboral con una visión de emprendimiento, donde tu objetivo principal sea tener tu propia empresa especializada en el ámbito legal, pero recuerda que llegar a ser un gran empresario representa un camino de persistencia y determinación, nada es fácil y nada llega por casualidad, tu esfuerzo personal y trabajo en equipo además de ciertas habilidades de cabildeo y de liderazgo te llevarán al éxito tarde o temprano.

Recuerda como lo establece Jim Rhon: “Una afirmación sin disciplina es falsa ilusión»; así que manos a la obra y tomemos el control de nuestro presente y futuro.

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