Tu dinero ganado con esfuerzo y sacrificio debe ser resguardado en una institución ya sea bancaria, caja de ahorro que cumpla con los requisitos de la Secretaría de Hacienda, o ya sea en una “Aseguradora” confiable y de prestigio.
Una de las prioridades en la vida de todas las personas, es precisamente ahorrar para el futuro con la finalidad de iniciar un proyecto, ampliar tu patrimonio, hacer frente a circunstancias adversa de la vida, realizar un viaje, hacer negocios, en fin, una gama muy amplia de posibilidades teniendo dinero en la mano; pero el ahorro implica modificar ciertas conductas personales como por ejemplo, evitar los gastos hormiga, hacer un esfuerzo para evitar gastos innecesarios, obligarse semana a semana o mes con mes a revisar tus finanzas personales y obviamente teniendo temple de acero para que llueve, truene o relampaguee de manera consiente establezcas en tu vida el hábito del ahorro. Sin duda alguna los beneficios de ahorrar son muchos.
Una persona ahorradora indudablemente podrá enfrentar de manera valiente las tempestades que pudieran presentarse en cualquier momento de la vida sin tener que desprenderse de bienes acumulados con gran sacrificio a largo de los años, o aún más, teniendo que demeritar el valor de los bienes para lograr liquidez inmediata.
En nuestro Estado de Oaxaca, desafortunadamente hemos vivido casos dramáticos donde personas confiaron su dinero en “cajas de ahorro”, sin el aval de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), cajas que abusaron de la buena fe de ciudadanos ofertando intereses muy altos pero sin un soporte legal para responder a los compromisos bilaterales, por lo que sin ser figuras legales debidamente constituidas se aprovecharon de los vacíos normativos y defraudaron a cientos de personas cuyo pecado fue desconocer los mecanismos jurídicos tanto para invertir como para recuperar su dinero ahorrado, es decir, no tenían educación financiera y obviamente falta de conocimientos técnicos jurídicos por la falta de asesoramiento especializado para estar plenamente seguros de los pasos para invertir su dinero; aún hoy en día siguen sin recuperar completamente su dinero ahorrado, ocasionando múltiples litigios legales y provocando una merma a su patrimonio.
Ahorrar, como lo mencioné en líneas anteriores es un acto consiente, voluntario, disciplinado donde ponemos nuestro esfuerzo diario convirtiéndolo en valor financiero, es decir, trabajamos y el fruto de ese trabajo se traduce en depositar cierta cantidad de dinero, en una institución constituida legalmente y bajo la supervisión de áreas específicas del gobierno, ampliando esta idea.
Lo que trato de decir es muy sencillo, tu dinero ganado con esfuerzo y sacrificio debe ser resguardado en una institución ya sea bancaria, caja de ahorro que cumpla con los requisitos de la Secretaría de Hacienda, o ya sea en una “Aseguradora” confiable y de prestigio cuya cobertura genera más beneficios que cualquier institución crediticia o bancaria, pues al contratar una póliza no solamente ahorras para un futuro, sino además, estás protegido por ciertas coberturas adicionales como fallecimiento, invalidez temporal y permanente, muerte accidental entre otras, por ello, si decides utilizar este modelo eficiente, es necesario el acompañamiento de un asesor profesional de seguros que te brinde información amplia, precisa, acorde a tus necesidades financieras y pensando en tu futuro tanto personal como familiar. Recuerda seguir las recomendaciones de especialistas en finanzas personales y ahorrar el 10% del total del ingreso familiar, ya que ese porcentaje no moverá tu status social y te permitirá seguir con un ritmo de vida financiero al que estás acostumbrado.
Por ello mi recomendación final antes de iniciar a ahorrar decididamente, es hacerlo en instituciones plenamente avaladas y reconocidas legalmente, o como te comenté en líneas arriba, utiliza los beneficios de una aseguradora; no cometas el error de ahorrar bajo el colchón o acudir a cajas sin soporte financiero; si tienes dudas consulta con un experto y no tomes decisiones aventuradas. Estoy a tus órdenes.
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