Una estrategia de alto impacto representa indudablemente en las “firmas legales” cuestiones referentes a planeaciones enfocadas al alcance de metas y objetivos, para ello se tienen que realizar una serie de pasos tendientes a establecer en primer término las tácticas a implementar tomando en cuenta fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (FODA) detectadas previamente al interior del cuerpo legal de abogados y expertos en la materia, así mismo se deben considerar una serie de indicadores previamente establecidos que puedan medir la eficacia, eficiencia, atención profesional, seguimiento puntual de calendarios judiciales, así mismo el resultado obtenido de los trabajos realizados y principalmente la completa satisfacción de los clientes en cuanto a la conducción de sus litigios ante los tribunales o áreas administrativas.
Los nuevos modelos empresariales que considero deben ser implantados por los despachos legales tienen relación directa con una contundente gestión de responsabilidades y establecer mecanismos para generar empatía con los clientes, hoy en día el trato entre abogado y cliente, debe transitar a la de abogado y evidentemente dejar de ver a la persona como cliente, sino más bien como ser humano que recurre a solicitar los servicios de un profesional y espera profundamente un trato digno con la certeza de contar con su “advocatus” (abogado) quien será un fiel garante y justo mediador entre las partes, ya sea en el ámbito del derecho público o privado. No debemos dejar de lado el análisis tendiente a comprender que día a día se requieren firmas legales con profesionales con una base sólida inspirados en una responsabilidad ética y mística de servicio, orientadas estas hacia el cumplimiento de una Misión, Visión y algo fundamental al acatamiento estricto de un código de ética que represente su mejor carta de presentación ante la sociedad.
En ese sentido el empoderamiento o Empowerment de los Despachos Jurídicos, Corporativos Legales, Firmas Legales o cualquier otra denominación empresarial, debe basarse básicamente en establecer un sistema enfocado a lograr un equipo de alto desempeño en base a una estrategia de permanente capacitación, buscando en cada momento la eficacia de su equipo de colaboradores cumpliendo metas, planes y objetivos, dando resultados óptimos en base al esfuerzo colaborativo y apegado a un sistema de gestión total, manteniendo unido y fuerte al equipo, permitiendo ante todo el crecimiento personal, recordando que el trabajo arduo en equipo siempre es mejor que un profesional talentoso planeando de momento en momento una mejor estrategia, pero sin poner manos a la obra. Nos seguimos leyendo.
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